El concepto de autonomía lleva implícito dentro de sí el de dependencia. No existe la realidad autonómica sin depender de alguien fuera de ti que te ayude a construirla; yo diría que más que seres autónomos somos seres interdependientes. "Todos dependemos en algo de los demás".
En nuestras relaciones producimos excesos y generamos deficiencias y con ellas desequilibrios que provocan las “crisis”. En términos humanos las “crisis” indican: "necesidad de cunstruir otras formas de funcionar dentro y fuera de uno mismo".
La percepción de otras posibilidades de funcionamiento, requiere un tipo de esfuerzo que supere el obstáculo de inercia y disfunción establecido. Este esfuerzo, no significa sacrificio ni requiere agresividad, sino autogestión eficiente de la propia energía vital y con ella, la posibilidad y el reto de construir e integrar a la realidad otras formas de hacer...
¿Qué es?... ¿Cómo funciona?...
La energía vital es el autentico valor que tenemos. Este valor a nivel personal puede auto gestionarse haciendo algo que realmente necesiten los demás; aceptando algo que hacen los demás y uno necesita realmente. Este intercambio básico no es nuevo; lo nuevo es practicarlo "todos en teoría sabemos cómo hacer funcionar algo"; solo hay que ponerlo en práctica solidaria y construir en nuestra relación interior-exterior el valor adecuado y responsable de equidad necesaria para funcionar...