Foto de José Antonio Arias (Keco)
INSTANTE DE BELLEZA Y
ARMONIA VITAL
He terminado mi trabajo dentro del tiempo y
en el espacio previsto. Ahora es la obra la que ha de ganar vuestro afecto y
respeto. Es mi primera escultura exterior dedicada a los jóvenes de cualquier
edad; las anteriores “esculturas para crecer” las he dedicado a los niños, (G.
E. Marqués de Benicarló, G. E. S. Sebastià G. E. M. Foguet). Los niños las han
tratado bien y ellas están como el primer día. Esta obra es también para
crecer, pero en otro plano de la realidad… Donde percibir un instante de
belleza puede ser un modo de no perder el contacto con la realidad vital y por
lo tanto un modo de no equivocarse… Un instante de belleza muy especial, es el
que vivimos en Vinaròs cuando sentimos el grito ¡¡VISCA SANT SEBASTIÀ¡¡… Este
alborozo vital, es el que he querido traducir al lenguaje universal de las
formas…
Su
contenido vive en nuestra memoria colectiva y nos dice: Sant Sebastiá, antes de
ser santo fue una persona real, sincera y honesta consigo mismo y con su
profesión. Vivió en el siglo III de n uestra era y el Emperador Diocleciano lo
mandó saetear, por tener una visión del mundo diferente a la establecida. Esto
no doblegó su voluntad, ni cambió su percepción de la realidad vital de aquel
momento. Su energía aún le permitió renunciar al cargo y al sueldo de tribuno y
dedicar su vida a los más necesitados...
Estos
datos, a mi me sugieren, la imagen de un grito en silencio; de humanidad
emergente, desnuda y sin rostro, ajena al riesgo y al dolor físico; y con un
reguero de altruismo y generosidad en el lugar de las flechas…
Dos
meses de estudios previos, bocetos y maquetas en mi taller y un mes aquí, en
esta rotonda transformando materiales, es el tiempo que he necesitado, para
darle forma plástica a la belleza de este instante vivido íntimamente como un
canto de libertad y amor a la vida sin precio ni condiciones…
La colaboración del
equipo técnico y de mantenimiento del Ayuntamiento ha sido eficaz; especialmente
J. Francisco Sancho y Ximo Ferreres, en la cimentación y encofrado de la base,
andamiaje y cercado de la rotonda. También han colaborado un grupo de antiguos
alumnos del Instituto Leopoldo Queról como: Arnau Caballer y su hijo Francisco,
(hoy profesionales con vena artística) en la construcción en hierro de la
estructura interior. Borja Llopis (hoy profesor de dibujo con temperamento
creativo) en la configuración de la forma exterior. Juan Miguel Ferrá (hoy
técnico electricista con sentido estético) en la iluminación de la escultura.
Agustín Guimerá (hoy regidor del Ayuntamiento, con criterio ambiental) en la
dirección ornamental del jardín. También ha colaborado mi amigo el escultor
Agustín Roso (un gran profesional en permanente proceso vital) en el pulido
final de la obra. Gracias a todos “esta rotonda forma ya parte de nuestras
vidas”… También quiero dar las gracias a todos los miembros de la comisión
organizadora del centenario por haber confiado en mí, para registrar
plásticamente, la realidad de este instante especial, de belleza y armonía
vital… ¡¡VISCA SANT SEBASTIÁ¡¡…